sábado, 2 de noviembre de 2019

Cine Barato: Terminator: Destino Oculto



AMO la franquicia de Terminator pero también ODIO la franquicia de Terminator. Tal vez piensen que esa afirmación es solo una señal de mi cada vez más deplorable estado mental, pero esa no es la única razón. Las primeras dos cintas de la serie son verdaderas joyas del cine, la segunda acercándose a la perfección tanto como es humanamente posible… y ese es exactamente el problema ¿Cómo superar la perfección? Todo lo que venga después, por bueno que sea, se verá mediocre en comparación y el hecho que, en mi opinión, todas las películas de la serie después de la segunda han sido de malas a pasables no ayuda mucho que digamos. Aun así, siempre tengo esperanza en la franquicia, por lo que estaba muy emocionado por ver Terminator: Destino Oculto que termina encapsulando a la perfección mis sentimientos por toda esta propiedad intelectual: tiene partes que me encantan y otras tantas que terminé odiando.

En Terminator: Destino Oculto veremos a una joven siendo perseguida por un robot homicida que viene del futuro. La lucha de Sarah Connor (Linda Hamilton) por proteger el futuro parece no tener fin ya que, a pesar de haber detenido los planes de Skynet más de una vez, el presente sigue siendo invadido por maquinas provenientes del futuro, aunque en esta ocasión ni Sarah ni su hijo parecen ser el objetivo de las maquinas, sino una chica llamada Daniella Ramos (Natalia Reyes). Ahora Sarah, junto con otra misteriosa mujer proveniente del futuro llamada Grace (Mackenzie Davis) deberán proteger a Daniella del peligroso Rev-9 (Gabriel Luna) y salvar el futuro de la humanidad.

Es muy difícil hablar de este filme sin caer en spoilers, pero haré lo que pueda. Prácticamente desde la primera escena se nos da un cambio MUY grande al “estatus quo” de la serie, y aunque entiendo que muchos se podrán sentir decepcionados, tristes o incluso enojados con esto, pienso que un cambio tan radical es precisamente lo que se necesitaba para inyectar algo de “frescura” a la serie, tristemente la innovación comienza y termina aquí mismo.

Se nos presentan muchos personajes nuevos junto y algunos ya conocidos, lo cual siempre es bueno para llamar la atención de público nuevo y mantener la de aquellos que ya somos fans, pero aunque las caras sean nuevas, los conceptos y situaciones siguen siendo las mismas: Ver a los protagonistas siendo perseguidos por un robot asesino, simplemente cambiando algunos nombres por otros y nada más. Los mismos temas filosóficos del filme también son grotescamente simplificados (sí, filosofía en una película de robots homicidas ¿Ahora entienden porque amo esta serie?), y aunque sí se especula un poco el dilema entre libre albedrio contra el futuro predestinado, esto se hace de una manera muy superficial, en ocasiones con poco o ningún sentido.

Debo confesar que prácticamente todas las escenas de acción sí lograron emocionarme como pocas películas dentro del género han podido hacer en mucho tiempo, esto debido a buenos efectos especiales y una dosis de efectos prácticos excelentemente ejecutados, aunque hay que reconocer que muchas de estas secuencias, sobre todo cerca del desenlace, sí cruzan la línea de lo ridículo. Y hablando de efectos especiales graciosos, no estoy seguro a que se deba pero cada que un personaje simplemente salta, aunque el efecto visual no es precisamente malo, se ve “raro” y es difícil tomarlo en serio.

Hay algo que la trama de la cinta arrastra como un lastre que la perjudica en lugar de ayudarla, y eso es, curiosa y tristemente, el propio Arnold Schwarzenegger. Es cierto que desde su concepción, Arnold ha sido prácticamente el rostro de la franquicia, y aunque hacer una historia de Terminator sin el suena a una blasfemia, la historia de su personajes (o mejor dicho “personajes”, en plural) ya está terminada. El insistir en utilizar este personaje es entendible ya que le da continuidad a toda la franquicia, pero la forma de implementarlo dentro de la trama de Destino Oculto solo provoca muchísimos huecos argumentales.

Hay muchas otras cosas que en verdad odie dentro de esta película pero no puedo discutirlas ya que hacerlo sería arruinar algunas sorpresas, aunque una de ellas es tan estúpida que estoy tentado a hacer el spoiler, digo, no lo voy a hacer, pero estoy MUY tentado. El problema más grande del filme es que quiere hacer dos cosas totalmente opuestas al mismo tiempo: Intenta renovar a la franquicia por completo pero al mismo tiempo no puede (o quiere) separase de su prominente pasado, por lo que termina haciendo ambas cosas a medias y, como dicen en mi rancho, “ni picha, ni cacha, ni deja batear”. Terminator: Destino Oculto es una muy buena película de acción, eso ni siquiera lo duden, pero las incongruencias argumentales y algunos cambios radicales bien intencionados pero cuestionables hacen que la película no esté a la altura de algunas de sus predecesoras, solo queda esperar y ver si en el futuro la serie de verdad se atreverá a innovar. Ni la mejor ni la peor, se queda justo en el medio: Hay mucho, MUCHO peores pero también hay mucho, MUCHO mejores.

Terminator: Destino Oculto: 3/5. Buena.











Mejor que: Terminator 3: La Rebelión de las Maquinas (2003), Terminator: La Salvación (2009), Terminator Genesis (2015).
No tan buena como: Terminator (1984), Terminator 2: El Juicio Final (1991)


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