martes, 26 de noviembre de 2019

Cine Barato: Frozen 2



¿Alguien más está un poco espantado por el monopolio de entretenimiento en el que se está convirtiendo El Malvado Imperio Galáctico Disney? No solo porque se siente como que eventualmente todo el mundo terminara siendo empleado de Mickey Mouse (excepto yo. Sé que la compañía no haría nada por contratarme porque no valgo ni una escupida), sino porque esto ha hecho que la empresa se vuelva floja y muy poco creativa con sus producciones. Como si su constante regurgitación de películas clásicas en “Live Action” no fuesen suficientes, también tenemos que liderar con secuelas innecesarias que, tristemente, lo único que necesitan es tener un nombre reconocible y con eso tendrán el éxito asegurado en taquilla, como es el caso de Frozen 2, que a pesar de contar con muy buena animación, tiene una historia muy forzada que en más de una ocasión no tiene ningún sentido.

En Frozen 2 nos volveremos a encontrar a Elsa y Anna. El reino de Arendelle vive una nueva era de prosperidad bajo el mando de la reina Elsa y su hermana Anna. Cuando una serie de desastres naturales comienzan a afectar al reino, Elsa, Anna y el resto de sus amigos, se embarcaran en una aventura para descubrir su misteriosa la causa, algo que también podría revelar el origen de los poderes mágicos de Elsa.

Pueden odiarla o amárala, pero hay que reconocer que el impacto de la original Frozen ha dejado huella en el mundo de las películas infantiles (y en las carteras de todos los padres con hijas pequeñas, especialmente cuando se acerca navidad), siendo una “clásico contemporáneo”, un cuento de hadas que se siente más “moderno” (por llamarlo de alguna manera) sin que esto le quite la magia e inocencia infantil, en otras palabras, es (o era) un concepto bastante refrescante, mientras que su secuela es TODO menos novedoso.

En lugar de seguir con el crecimiento de sus personajes, Frozen 2 parece querer olvidar las lecciones aprendidas en la película anterior y decide que sus protagonistas hagan el mismo crecimiento que ya han tenido antes. Vemos a Elsa explorando su propia identidad queriendo descubrir su verdadero ser… otra vez… Anna queriendo desesperadamente ayudar a su hermana y fortalecer sus lazos familiares y de amistad entre ambas… otra vez… tenemos a Kristoff que solo está ahí, sin aportar prácticamente nada a la historia. Curiosa o tristemente, dependiendo de cómo lo quieran ver, el único personaje que parece continuar con un desarrollo más creíble es Olaf, quien sin perder su optimismo ante la vida está pasando por una crisis existencial propia, lo cual es bastante gracioso, o quizá solo es idea mía y mi propio nihilismo lo que estoy proyectando.

Los momentos más destacables resultan los números musicales, los cuales son bastante agradables pero no creo que ninguno de ellos sea tan pegajoso como la música de la cinta anterior, aunque eso sí, intenta duplicar el éxito de “Libre soy” no una, sino dos veces con dos números musicales muy parecidos tanto en tono como en composición visual, lo cual es muy agradable a la vista gracias a la excelente animación, pero mi mente de adulto amargado  no puede dejar de pensar que estas escenas solo quieren reproducir el éxito ya antes obtenido, no aportar nada verdaderamente nuevo o interesante.

No sé cómo decirlo exactamente, pero la producción se siente un tanto arrogante, ya que da por hecho que todo el mundo conoce a sus personajes, digo, probablemente tiene razón, pero eso hace que no se dé tiempo a presentarnos a sus protagonistas, asumiendo que ya conocemos sus personalidades y la forma usual de interactuar entre  ellos. Curiosamente esto termina siendo una paradoja ya que, aunque los personajes no se presentan adecuadamente, haciendo casi mandatorio el ver la primera cinta para entender quién es quién, la historia misma de Frozen 2 se conecta de manera tan torpe y forzada con su antecesora que bien podría tener a protagonistas totalmente distintos y la trama no sufriría ningún cambio significativo.

Lo entiendo, no importa que tanto nos quiera convencer El Malvado Imperio Galáctico Disney de que quiere darnos momentos familiares entrañables, su verdadero objetivo es hacer dinero, así funciona el mundo del capitalismo nos guste o no, pero antes podía decir que al menos había algo de integridad y valor artístico detrás de sus producciones, por lo menos en la Frozen original lo había, pero esta secuela se siente como un descarado comercial de juguetes, con una estereotípica trama de fantasía cuyo objetivo es recordarnos que estos personajes existen y, una vez más, vendernos toneladas y toneladas de juguetes y mercancía relacionada con la cinta. Es como si, mientras que los niños se están divirtiendo al ver a sus personajes favoritos en la pantalla grande una vez más, la producción viera directamente a los ojos de sus padres para decirles: “No olviden tener el dinero listo para comprarle esta nueva muñeca de Elsa a sus hijas. Es el mismo molde de antes pero con un vestido y cabello son diferentes”. No, no disfrute de Frozen 2. Tal vez estoy proyectando mi propi cinismo, pero no creo que este ni cerca de lo novedosa o entretenida que fue la película original, sin embargo al menos puedo decir que la animación es excelente y sí, en ese aspecto supera a la original, es la historia y sus personajes los que se quedan cortos, lo que tristemente no va a importar en nada ya que todo niño pequeño llevará a rastras a sus padres a ver esta película al cine, si es que no lo han hecho ya más de una vez. Frozen 2 tiene sus momentos entretenidos y les aseguro que tanto niños como adultos podrán disfrutarla sin muchos problemas, pero en lo personal la falta de consistencia en la trama me deja con un muy mal sabor de boca.

Frozen 2: 2/5. Meh. (La verdad es que le estoy dando un punto de más en un lastimero intento de que una chusma iracunda de niños rata no me linche por decir que su comercial de juguetes favorito es una mala película).














Mejor que: Wifi Ralph (2018) (hablando de secuelas innecesarias)
No tan buna como: Frozen (2013), Frozen: Fiebre Congelada (2015), Olaf: Otra Aventura Congelada (2017), Moana (2016).

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