Una pequeña clase de historia antes de empezar la reseña.
¿Saben cual fue por mucho tiempo la película mexicana más taquillera de todos
los tiempos? El crimen del padre amaro. Ya no es el caso, en tiempos
relativamente recientes bajaron de su trono a esa cinta y ahora ocupa el tercer
lugar. ¿Qué tiene eso que ver con la presente reseña? Nada realmente, solo
quiero ir preparando el camino para un punto que quiero hacer al final.
Obediencia Perfecta es una cinta mexicana que nos cuenta la
historia del padre Ángel de la Cruz (Juan Manuel Bernal), fundador de los
llamados “Los Cruzados de Cristo” y su relación con los jóvenes seminaristas de
esta orden, especialmente con el recién llegado Sacramento Santos (Sebastián
Aguirre) quien se convierte poco a poco en su discípulo más cercano y a quien
el mismo padre de la Cruz se encargara en adoctrinar en la llamada “Obediencia
Perfecta”.
No voy a andarme por las ramas, esta experiencia cinematográfica
es bastante envolvente y al mismo tiempo desagradable, y lo desagradable no lo
digo porque sea de mala calidad sino por el tema tan delicado que maneja, que
simplemente no es un tema muy alegre que digamos. Yo soy de los primeros en
quejarse cuando una película se siente “lenta” en su narración, y aunque este
film lleva ese ritmo, no puedo quejarme en lo absoluto, ya que ese tiempo lo
utiliza para crear una atmosfera bastante creíble y bien cimentada, que con
cada momento que pasa se vuelve poco a poco más asfixiante. En muchos sentidos
la atmosfera que crea este film me recuerda a una película de horror, y no nos
engañemos, en muchos aspectos la historia bien podría interpretarse como tal.
Esta película realmente ha sido una de las mejores películas
mexicanas que he visto en mucho tiempo, pero eso no quiere decir que sea
perfecta. Juan Manuel Bernal interpreta su papel de manera excelente, lo cual
(en mi opinión) contrasta muchísimo con la actuación de Sebastián Aguirre que sinceramente creo que es de las
peores actuaciones que he visto en mi vida, dando poco o nada de vida al
personaje del seminarista Sacramento Santos, aunque incluso eso llega a
funcionar dentro de la historia, ya que hace aun más creíble la manipulación y sumisión
a la que se verá sometido poco a poco este personaje. En el caso de Sebastián
Aguirre, simplemente no puedo decir si es un muy mal actor, o un actor tan
bueno que me engaña fingiendo que no sabe actuar. Supongo que el tiempo lo dirá.
La trama es lenta y en muchísimas ocasiones abre las puertas
a sub-tramas que aparentemente no llevan a ningún lado o tienen una resolución que
se siente apresurada e incompleta. Un punto que realmente me sorprendió es que
el film a pesar de llevar un tema tan fuerte y delicado, en más de una ocasión
se da el lujo de brindarnos un toque de humor negro, y de la mejor clase, del
tipo de humor negro que te hace reír sinceramente, solo para que a la mitad de
esa sonrisa te des cuenta de lo verdaderamente delicado de la situación y te
haga sentir horrible por reírte de algo tan horrible. Pocas películas me han provocado
esa reacción, realmente es de aplaudirse que esta lo haya logrado.
No voy a mentir, tiempo atrás perdí la fe en el cine
mexicano por culpa de una película de cuyo nombre no quiero acordarme. Obediencia
Perfecta quizá no logre restaurar mi fe en el cine nacional por completo (no porque sea mala, sino porque
el daño que me provocó ese otro film es demasiado grande), pero por lo menos me
hace ver que no todo está perdido para el cine mexicano.
¿Por qué hice la mención de El Crimen del Padre Amaro al
principio de la reseña? Esa película fue por mucho tiempo la producción mexicana
más taquillera en nuestro país, y realmente creo que no se debió a la calidad
de la misma sino al hecho de que fue prohibida por la iglesia, y no hay mejor
manera de asegurarse de que alguien haga algo que diciéndole que no lo haga.
Por eso creo que esta película también debería ser prohibida por la iglesia católica,
así se podría asegurar que todo el país la vería en la pantalla grande. Me encantaría
ver la reacción de la típica señora que va todos los domingos a misa y que al saldrá
del cine gritando a los cuatro vientos lo blasfemo y pecaminoso de esta película,
ya que ese sería el ejemplo perfecto uno de los puntos que maneja esta producción:
Cuando se llega a la Obediencia Perfecta, se pierde completamente el libre
albedrio y se hace todo lo que se pide sin cuestionar (y perdónenme,
pero solo estoy parafraseando). ¿No es eso exactamente lo que esta hipotética señora
estaría haciendo al atacar a la película sin siquiera pensarlo antes?
Obediencia Perfecta: 8/10
Mejor que: El crimen del Padre Amaro
No tan buena como: …no se me ocurre nada con que compararla…
Mejor que: las películas de Mario Almada?? o las del Milusos... lol.
ResponderBorrarEl cine en México es una lamentable pantomima que trata de emular sin éxito los guiones Hollywoodescos (disculpando el mal empleo de esta palabra como verbo), PD. Te presento a Laura, El cielo en tu mirada, El Infierno, Rescatando al soldado Perez, Pastorela y las infame No se aceptan devoluciones y Nosotros los nobles(vómito incontrolable... puaaajjjjjjj) estando por demas nombrar algunos otros ejemplos, ya sabrás por donde va todo esto. Decir "Cine en México" son grandes palabras que tratan de referirse a una industria inerte, que produce por inercia material al que no se le puede concebir de otra manera como descuidado y de mala calidad.
No seré un experto critico de cinematografía pero varios años como cinefilo con muchas horas de expectador podran otorgarme un poco de razón, como también al resto del público consumidor que aun espera el retorno del Cine de Oro en México.
Yo soy una señora de casi 50 años que siempre va a misa los domingos, y me pareció una película fina, precisa, excelente. Comparto su apreciación sobre el filme. La historia no refleja ni el 30% de la nefasta personalidad de Marcial Maciel y de los Legionarios de Cristo. Y aunque los legionarios no son en número tan importantes dentro del catolicismo, sí lo son porque ellos "educan" (o más bien, pervierten) a sectores económica y políticamente muy importantes en los países donde tienen presencia. Es muy importante que aprendamos a reconocer las claves psicológicas y la manipulación a la que recurren estos "religiosos", así como otros pederastas. Me duele el sacrilegio de Marcial Maciel (Angel de la Cruz) , pero es más doloroso, infinitamente más doloroso, el abuso a menores.
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