Además de
los lunes también odio las revistas de chismes. Al ser habitante de un pequeño pueblo
olvidado por Cthulhu debo de estar muy atento de cuándo y a qué hora surten la única
librería/puesto de revistas del lugar, ya que si no lo hago corro el riesgo de
que me ganen mis muy amados comics cada semana, después de todo solo traen una
o dos copias de cada título. En una de esas ocasiones en que me toco ver como
descargaban las nuevas publicaciones, pude ver que en el nuevo lote traían no
una sino dos cajas de revistas, lo cual me llamó mucho la atención. Al
preguntar al dueño del puesto el porqué esa cantidad (tan exagerada para mi
gusto), simplemente me contestó “Ya sé. Lo que pasa es que ya no me alcanzaron
a traer las otras dos cajas” Y no, no lo dijo de manera sarcástica.
Una maestra
en la universidad nos decía que la mejor manera de medir la popularidad de una publicación
es ver la cantidad de ediciones o reimpresiones de la misma, lo cual sueva bastante
lógico ¿Pero que nos dice esto cuando la
publicaciones más difundida en nuestro país son revistas de chismes? Estas
revistas están en todos lados, incluso estoy casi seguro que si van a cualquier
consultorio médico encontraran una de estas revistas… de hace veinte años, pero
ahí sigue. Todos, sin excepción alguna hemos por lo menos ojeado una de estas
revistas en nuestra vida. Y todos sabemos de cuales hablo, la Porno Notas o la
Porno y Novelas.

Dejando de
lado lo grafico, todas las “noticias” del espectáculo que se publican son difícilmente
importantes o interesantes para empezar, y lo dice un wey que cada viernes
comparte notas bastante obtusas. Siempre es “Fulanito rompió con su novia”, “A
manganita la embarazaron” o “Cachamos a perengana poniéndole el cuerno a su
pareja”. Como siempre he dicho, si te gusta algo y no haces daño a nadie no deberías
de justificar tu afición ante nadie, pero déjenme preguntar algo ¿De verdad es
tan vacía la vida de la gente como para que su mejor uso del tiempo libre sea
leer sobre las desgracias de otros? Y uso el término “desgracias” muy vagamente.
Cuando veo la portada de alguna de estas revistas y leo algo así como “Fulanita
devastada por su reciente divorcio” solo puedo pensar “Pobrecilla, ahora solo
tiene su mansión, sus miles de admiradores, su fama y su ropa de marca cuyo
costo rivalizaría con el presupuesto anual de una dependencia de gobierno…
¡Debe ser la persona más miserable del planeta!” Quizá sea que mi déficit de atención
sea el mismo de un pez con daño cerebral, pero si a duras penas estoy al tanto
de lo que pasa en mi propia vida ¿Por qué debería preocuparme por lo que pasa en
la de los demás?

No puedo
juzgar a quienes de verdad les gustan este tipo de revistas, simplemente para mí
son una completa y absurda pérdida de tiempo, y si lo dice un tipo que pasa la
mayor parte de su tiempo jugando videojuegos, leyendo comics y viendo películas,
eso debe significar algo… supongo… quizá… tal vez… no lo sé.
Y por eso
odio las revistas de chismes. Y también los lunes.
Fe de erratas: Suena no sueva. Es bonito ver a las actrices en esas poces.... el ser humano es metiche e incidioso por naturaleza. Wtf
ResponderBorrarMi estimado Wtf. Le recomiendo leer el articulo con mas animo de diversion y no de critica perfeccionista. Firomanus
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