Además de
los lunes también odio a Optimus Prime… en Transformers 4. Creo que ya ha
pasado bastante tiempo, y de cualquier forma a quienes tenían el más remoto interés
en ver Transformers 4 en el cine ya lo hicieron a estas alturas, aun así tengo
que avisar que a partir de este momento puede ver spoilers sobre la película como
si no hubiera un mañana. De cualquier forma, si quieren ver mi opinión sobre la
película, aquí les dejo el link: http://orgullogeekr.blogspot.mx/2014/07/cine-barato-transformers-la-era-de-la.html

Suena ridículo
y exagerado, pero para un niño fácilmente impresionable, esa era el respeto que
inspiraba un robot de caricatura que aparecía en un comercial de juguetes de 30
minutos disfrazado de programa para niños. Cada generación a tenido a sus héroes
(y seguirá teniéndolos), y sin importar si son personajes reales o ficticios,
siempre son inspiradores, siempre nos llevaban a ser mejor personas. Suena como
una reverenda jalada, pero es cierto. Yo solía decirlo medio en broma, pero
cuando tenía algún tipo de dilema moral siempre podía preguntarme a mí mismo “¿Que
haría Optimus Prime?” Para muchos el momento más triste de su infancia fue la
muerte de la mamá de Bambi, o la mamá de Piecito o de Mufasa (Y ahora que lo
pongo en perspectiva… ¿Qué pinche maña de querer traumatizar a mi generación con
la muerte trágica de los padres en las películas “infantiles”), pero no para
mi, para mí el día más triste fue cuando Optimus Prime murió en la película animada
de Transformer de 1986.
Pero eso era
antes, eso son mis muy apreciados recuerdos y tristemente no creo que las nuevas
generaciones tengan una perspectiva remotamente similar si la forma en que
conocieron al líder Autobot fue mediante las películas de Transformers de
Michael Bay, más específicamente la cuarta entrega cinematográfica. Quien fuera
en otros tiempos un ser compasivo, siempre dispuesto a hacer lo correcto por
los suyos, ahora gracias a Michael “me cago en tu infancia” Bay, es un ser
violento, dispuesto a lastimar a inocentes y cuya primera respuesta ante
cualquier situación es la violencia injustificada. Suena muy mamon, pero de
verdad es difícil de entender si no creciste con esa visión del Optimus Prime
original. Es como descubrir que Santa Claus no viaja por el mundo repartiendo felicidad,
sino que va dejando destrucción y caos por dondequiera que pasé.
Y tampoco es
que me engañe a mí mismo, Transformers nunca ha sido Cervantes o Shakespeare y
aunque su objetivo siempre fue la publicidad para una línea de juguetes, no
significaba que solo fuera eso, algo que muchos productos dirigidos a la niñez
hoy en día no comparte. Y si, esto en resumen se reduce a otro discurso mamila
de “En mis tiempos las cosas eran mejores”. Optimus Prime quizá era solo un
juguete más en el cajón de muchos niños, pero lo que representaba no era solo
un pedazo de plástico que se transformaba en camión, era mucho más de lo que a
simple vista se veía, daba verdaderas lecciones de vida, que me enseño cosas
como “la libertad es el derecho de todo ser consciente”, “En ocaciones, hasta la maquina o la persona
más sabia comete errores”, “Aceptare mis responsabilidades con todo lo que soy”,
“Hay una línea delgada entre ser un héroe y ser un recuerdo” y un largo y
glorioso etcétera. Era un verdadero modelo a seguir... un Freightliner FL86 de
los años 70´s, para ser precisos.

Y por eso
odio a Optimus Prime… en Transformers 4. Y también los lunes.
Un homenaje al robot de caricatura más valiente y heroico
conocido por la humanidad
Michael Bay está acabando con los personajes, primero fue Los Transformes, ahora Las Tortugas Ninja. ¿Qué seguira, Los Halcones Galácticos?
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