lunes, 11 de agosto de 2014

Odio los lunes y a Optimus Prime… en Transformers 4


Además de los lunes también odio a Optimus Prime… en Transformers 4. Creo que ya ha pasado bastante tiempo, y de cualquier forma a quienes tenían el más remoto interés en ver Transformers 4 en el cine ya lo hicieron a estas alturas, aun así tengo que avisar que a partir de este momento puede ver spoilers sobre la película como si no hubiera un mañana. De cualquier forma, si quieren ver mi opinión sobre la película, aquí les dejo el link: http://orgullogeekr.blogspot.mx/2014/07/cine-barato-transformers-la-era-de-la.html
Durante mi niñez siempre existió una figura más alta que todas las demás, un verdadero ejemplo a seguir con inquebrantables valores éticos y morales, cuya enseñanzas marcaron a toda una generación, que vino a este mundo extraño y ajeno a él para aleccionarnos con su vasta sabiduría y diligencia, que siempre predico la tolerancia y el respeto al prodigo, y que al final de su camino dio su vida por nosotros. Estoy hablando, claro está, de el único e inigualable Optimus Prime.
Suena ridículo y exagerado, pero para un niño fácilmente impresionable, esa era el respeto que inspiraba un robot de caricatura que aparecía en un comercial de juguetes de 30 minutos disfrazado de programa para niños. Cada generación a tenido a sus héroes (y seguirá teniéndolos), y sin importar si son personajes reales o ficticios, siempre son inspiradores, siempre nos llevaban a ser mejor personas. Suena como una reverenda jalada, pero es cierto. Yo solía decirlo medio en broma, pero cuando tenía algún tipo de dilema moral siempre podía preguntarme a mí mismo “¿Que haría Optimus Prime?” Para muchos el momento más triste de su infancia fue la muerte de la mamá de Bambi, o la mamá de Piecito o de Mufasa (Y ahora que lo pongo en perspectiva… ¿Qué pinche maña de querer traumatizar a mi generación con la muerte trágica de los padres en las películas “infantiles”), pero no para mi, para mí el día más triste fue cuando Optimus Prime murió en la película animada de Transformer de 1986.
Pero eso era antes, eso son mis muy apreciados recuerdos y tristemente no creo que las nuevas generaciones tengan una perspectiva remotamente similar si la forma en que conocieron al líder Autobot fue mediante las películas de Transformers de Michael Bay, más específicamente la cuarta entrega cinematográfica. Quien fuera en otros tiempos un ser compasivo, siempre dispuesto a hacer lo correcto por los suyos, ahora gracias a Michael “me cago en tu infancia” Bay, es un ser violento, dispuesto a lastimar a inocentes y cuya primera respuesta ante cualquier situación es la violencia injustificada. Suena muy mamon, pero de verdad es difícil de entender si no creciste con esa visión del Optimus Prime original. Es como descubrir que Santa Claus no viaja por el mundo repartiendo felicidad, sino que va dejando destrucción y caos por dondequiera que pasé.
Y tampoco es que me engañe a mí mismo, Transformers nunca ha sido Cervantes o Shakespeare y aunque su objetivo siempre fue la publicidad para una línea de juguetes, no significaba que solo fuera eso, algo que muchos productos dirigidos a la niñez hoy en día no comparte. Y si, esto en resumen se reduce a otro discurso mamila de “En mis tiempos las cosas eran mejores”. Optimus Prime quizá era solo un juguete más en el cajón de muchos niños, pero lo que representaba no era solo un pedazo de plástico que se transformaba en camión, era mucho más de lo que a simple vista se veía, daba verdaderas lecciones de vida, que me enseño cosas como “la libertad es el derecho de todo ser consciente”,  “En ocaciones, hasta la maquina o la persona más sabia comete errores”, “Aceptare mis responsabilidades con todo lo que soy”, “Hay una línea delgada entre ser un héroe y ser un recuerdo” y un largo y glorioso etcétera. Era un verdadero modelo a seguir... un Freightliner FL86 de los años 70´s, para ser precisos.
Quizá estoy en un error, pero si un niño tuviera el mismo respeto por el Optimus Prime de Michael Bay que el respeto que yo tengo por el Optimus original, estoy seguro que ese niño aprenderá a ser intolerante, a imponer su voluntad a la de los demás y nunca medir las consecuencias de sus actos. O tal vez, solo tal vez, simplemente dirá “Que mamada” y seguirá navegando por internet y no se clavara más de lo que debería escribiendo un blog que nadie lee sobre un robot extraterrestre de caricatura que ni siquiera es real… lo cual no es tan malo, supongo. Solo espero que Michael Bay no siga pervirtiendo todo lo que amaba en mi infancia y defecando sobre mis recuerdos... aunque creo que ya es un poco tarde para evitar eso también.
Y por eso odio a Optimus Prime… en Transformers 4. Y también los lunes.
Un homenaje al robot de caricatura más valiente y heroico conocido por la humanidad

1 comentario:

  1. Michael Bay está acabando con los personajes, primero fue Los Transformes, ahora Las Tortugas Ninja. ¿Qué seguira, Los Halcones Galácticos?

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