Lo difícil
de ser una secuela de una película exitosa es que las comparaciones con la original son inevitables, algo que se
vuelve a un más complicado cuando la primera cinta es destacable por su propia
cuenta como en este caso lo fue Creed
en el 2015, lo cual pone a su secuela Creed
II: Defendiendo el Legado en una posición muy incómoda, ya que a pesar de
contar con el mismo nivel de calidad que su antecesora, no evita sentirse como “más
de lo mismo”.
En Creed II: Defendiendo el Legado
seguiremos la historia de un joven boxeador y su carrera deportiva. Adonis
Creed (Michael B. Jordan) ha logrado coronarse como boxeador campeón de peso
completo a nivel mundial, un gran logro que a pesar de ser sobresaliente no
deja de atormentar un poco al joven boxeador, ya que siente que esto aún no es
suficiente para salir de la sombra de su propio padre, el famoso campeón mundial
Apollo Creed. Cuando el hijo del boxeador que mató a su padre lo reta a
defender el título de campeón mundial, Adonis ve la oportunidad de hacer algo
que el propio Apollo nunca pudo y así crear su propia leyenda dentro del mundo
del boxeo.
Tengo que
confesarles que esta crítica es más difícil de lo normal, ya que prácticamente todo
lo que voy a decir parecerá contradictorio. La historia que se decide contar es
muy apropiada para una secuela, continuando la narración más o menos donde se
quedó la última vez, haciendo que el crecimiento de los personajes y su
historia en general se sienta bastante orgánico y siga un camino muy lógico… lo
cual provoca que la trama se vuelva un tanto predecible, pero de nuevo, ser
impredecible solo por ser impredecible sería un caos, algo que afortunadamente
nunca sucede dentro del filme. La cinta no logra evitar forzar uno que otro
conflicto de manera poco convincente, creando situaciones que se sienten fuera
de lugar y que cuya resolución es, una vez más, predecible, pero de nuevo ¿Cuál
sería la alternativa? ¿Una historia sin conflicto más allá de un encuentro de box?
Eso suena demasiado aburrido para mi gusto, algo que Creed II nunca es.
Las
actuaciones son muy buenas en general, destacando a Michael B. Jordan como
protagonista, quien logra darnos un personaje muy interesante, pero debo
admitir que quien me sorprendió aún más fue el antagonista. No lo digo
solamente porque la presencia de Florian Munteanu como Viktor Drago sea
intimidante, el tipo probablemente podría noquearme y tirarme varios dientes
con solo mirarme feo, el personaje es mucho más complejo de lo que se podría
esperar del típico “villano” de película deportiva, desafortunadamente esta
faceta del personaje constantemente se hace a un lado para dar prioridad a la
historia del protagonista, lo cual es bastante lógico, a fin de cuentas la película
se llama Creed, no Drago, pero a la vez siento que la
historia de Viktor Drago muestra mucho potencial por su cuenta para darnos algo
más interesante de lo que se ve a simple vista en esta producción.
Aunque se
entre poco y nada de estos temas tengo que comentarlos de todos modos. Las
peleas, debatiblemente el “plato fuerte” de la producción, son excelentes, esto
gracias a un gran trabajo de edición y manejo del audio. Evidentemente estas
escenas son editadas para tener ángulos más dinámicos e interesantes que una “casual”
pelea de boxeo, y aun así cada golpe se “siente” (por llamarlo de alguna
manera). El peso, la velocidad, cada impacto se siente real, haciéndote decir inconscientemente
“uuuuhhh” cada que los personajes se golpean, a su vez haciendo más
emocionantes todas estas secuencias. De la mejor edición y mezcla de audio que
haya visto y escuchado en definitiva.
Creed II: Defendiendo el Legado es una digna continuación de la
primera Creed, y aunque la historia
recorre un camino muy adecuado y lógico, no evita sentirse demasiado predecible
por momentos. La película es entretenida y en verdad logra que te intereses en
todos sus personajes, tal vez la excepción es el propio Sylvester Stalone como
Rocky, quien tiene entre poco o nada que hacer en la trama, pero irónicamente la
secuela no puede crear su propio legado, valiéndose de producciones anteriores
para crear su propia historia. Tal vez sueno demasiado negativo, pero esa no es
mi intención, de hecho estoy tan sorprendido por las peleas que pienso que son
lo suficientemente buenas como para recomendar ver la película en el cine, y
aunque todos los otros elementos resulten demasiado familiares, ninguno de
ellos puede considerarse malo. Denle una oportunidad, puede no compararse con
entregas pasadas, pero de que Creed II:
Defendiendo el Legado es buena creo que eso nadie podrá negarlo.
Creed II:
Defendiendo el Legado: 3/5. Buena.
Mejor que: Rocky
IV (1985), Rocky V (1990)
No tan buena
como: Creed (2015), Rocky (1976)
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