jueves, 31 de enero de 2019

Cine Barato: Glass





Digan lo que quieran sobre M. Nigth Shyamalan, lo que nunca cambia sobre su trabajo es que siempre da de que hablar, ya sea con una producción de alta calidad (usualmente acompañada de un giro inesperado en la trama) o por dar películas con ideas malogradas y planteamientos risibles que no tienen sentido ni en su propio contexto, Glass siendo un buen ejemplo de esto último.

En Glass veremos la historia de tres personas que piensan tener súper poderes. Siguiendo la pista de una serie de secuestros,  David Dunn (Bruce Willis) se enfrenta a Kevin Wendell (James McAvoy) quien sufre de personalidad múltiple, una de ellas siendo un asesino serial conocido como “La Bestia”. Después del enfrentamiento tanto David como Kevin son detenidos y llevados a un hospital psiquiátrico donde se encuentra Elijah Prince (Samuel L. Jackson), mejor conocido como “Señor Glass”, quien también cuenta con habilidades sobrehumanas. Dentro de la institución los David, Kevin y Elijah serán tratados para resolver sus problemas psicológicos ya que aparentemente sus habilidades no son más que trastornos mentales.

La idea detrás de Glass y las cintas que la preceden (El Protegido de 2000 y Fragmentado de 2016) es buena, presentarnos una película de “súper héroes” haciendo a un lado los elementos más estrafalarios y llamativos que por lo general vienen de la mano de este tipo de producciones, dándonos una historia mucho más “realista” y coherente, al menos al principio, sin embargo esa misma idea se descarta para darnos una trama que no sabe que está haciendo, a donde quiere ir o que es lo que quiere decir.

La película juega con la idea de que las hazañas de sus protagonistas no son más que engaños mentales que se juegan a sí mismos, idea interesante, ya sabrán que me encantan las historias sobre diferentes percepciones de la realidad y como esto puede alterar a la misma, pero esa idea nunca se explora en realidad, dando como resultado una serie de escenas que esencialmente se reducen a dos personajes diciéndose uno a otro: “Tú estás loco”, “No, No lo estoy”, “Sí, sí lo estas”, “No, no lo estoy”, “¡Que sí”, “¡Que no!”, así sucesivamente hasta el cansancio.

Podemos ver un gran rango en cuanto a la calidad de las actuaciones. James McAvoy sigue siendo igual o mejor que en Fragmentado, Samuel L. Jackson no da su mejor papel pero definitivamente es entretenido verlo y Bruce Willis… existe. Lo siento, conozco eso de “crea fama y échate a dormir” pero a pesar de su trayectoria, el hecho de que Bruce Wilis no haga ni el mayor intento por actuar solo hace lo patético del guion sea más evidente.

No debe ser ninguna sorpresa que el desenlace este lleno de giros inesperados, después de todo esa es la marca característica del director, el problema es que son demasiados, uno después del otro y cada uno más estúpido y sin sentido que el anterior. Es más, ni siquiera el desenlace, que parece escrito por un niño hiperactivo con déficit de atención es lo peor, lo peor es el mensaje final de la cinta, uno que parece sacado de un libro de autoayuda barato y que tiene la intrincada “moraleja” de “cree en ti mismo”, lo cual no es un mal mensaje, pero tener algo tan simplón y como tú “gran “desenlace, no de una sino de tres películas a la vez es algo ridículo y patético.

No voy a negar que Glass tenga varias cosas a su favor. Algunas actuaciones son buenas y la idea en general de una película de súper héroes “realista” es interesante, pero la ejecución es aburrida y decir que el desenlace es extraordinariamente estúpido es ser muy generoso. Lo peor de Glass no es que sea una mala película, es que por asociación mancha la reputación de otras dos muy buenas cintas, como el familiar incomodo que en realidad a nadie le caiga bien pero hay que soportar en las reuniones familiares. Aunque al principio estaba dispuesto a pasar por alto muchas de sus fallas, el desenlace en verdad es imperdonable, convirtiéndose en la gota que derrama el vaso y  haciendo que el resto de la producción caída sobre su propio peso. No la vean a menos que quieran ver un desenlace decepcionante a otras dos muy buenas historias, y si deciden ver Glass, estén preparados a nunca poder tomar en serio a sus dos predecesoras. Espero que haya valido la pena Shyamalan, echar a perder un buen concepto con tal de tener un estúpido final inesperado.

Glass: 0/5. Ofensivamente mala.










El único consuelo es que La Dama en el Agua (2006) y El Fin de los Tiempos (2008) siguen siendo peor que esta mierda, aunque Glass no está tan lejos.

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