Me gusta
pensar que la relación entre cine y televisión es similar a la que existe entre
un cuento corto y novela, al menos en la manera en que cada formato cuenta su
historia. Dentro de estos medios no existe uno que sea superior a otro, cada
uno cuenta con sus cualidades que, dependiendo del tipo de narración que se
trate de dar, es más adecuado un formato sobre otro. Todo esto lo digo porque a
pesar de que Las Musas del Diablo
cuenta con varias ideas interesantes, muchas de ellas se ven demasiado apresuradas,
sin el tiempo suficiente como para desarrollar todos sus elementos, dando como
resultado hilos argumentales que se sienten incompletos o muy a la “ahí se va”.
Lo que trato de decir es que esta historia funcionaria mejor como una serie de televisión
más que como una película de poco más de hora y media.
En Las Musas del Diablo veremos a un
escritor siendo atormentado por una malévola fuerza sobrenatural. Después de la
trágica muerte de su amante, Samuel Solomon (Elliot Cowan) comienza a tener
extraños sueños en los que puede ver el violento asesinato de una mujer que no
conoce. Cuando ve en las noticias que la mujer de su sueño fue asesinada en la
vida real, Elliot comienza a investigar el caso sin saber que esto lo pondrá en
el camino de varias entidades sobrenaturales que pondrán su vida en peligro.
No se dejen
engañar, aunque la película se presenta como una típica cinta de terror, la producción
toma la ruta del suspenso, lo cual tal vez no sea del agrado de muchos pero por
mi parte esto hace a la cinta más entretenida que el sin fin de “jump scares” y
clichés que inundan a las películas de terror, digo, no se salva de cometer
esos mismos crímenes de vez en cuando, pero al menos no con la misma cantidad o
frecuencia que otros tantos filmes similares.
La historia
se mueve a un ritmo demasiado acelerado, dejando entre poco y nada de tiempo
para explorar los elementos que va introduciendo. Cada misterio de la trama
parece llevar a uno más grande, contestando preguntas con aun más preguntas, lo
cual vuelve más interesante la intriga, pero las respuestas al final se
presentan de igual forma muy acelerada, lo que nos da como resultado un
desenlace muy poco creíble incluso en su propio contexto y hasta risible cuando
te pones a pensar en ello. Irónicamente el guion tiene el defecto de contar
demasiadas cosas y no aclarar casi ninguna al mismo tiempo.
Otro
problema es que la película es demasiado oscura, no me refiero al tono de la
historia, aunque sí maneja algunos detalles que resultan escabrosos, de lo que
hablo es literalmente los colores en pantalla. Muchas secuencias son demasiado
oscuras, lo cual ayuda a crear la atmosfera adecuada para una historia de
terror, pero esa iluminación se mantiene en todo tipo de escena, muchas veces
haciendo que sea difícil siquiera ver que es lo que ocurre en pantalla.
Dar más
detalles sobre la trama sería arruinarla, basta decir que Las Musas del Diablo maneja varios conceptos interesantes, o al
menos logra despegar su trama de la tan trillada y gastada fórmula de “posesión demoníaca” que prácticamente toda película de terror comercial utiliza hoy en
día, lo cual la hace diferente y en mi opinión un poco menos aburrida, sin
embargo el producto final es una historia que sigue sus propias reglas pero que
no se da el tiempo de compartir con su público todos los detalles de las mismas,
haciendo que muchas cosas se sientan “sacadas de la manga”, a veces resultando
más graciosa que dramática. Las fallas de la cinta sobrepasan sus aciertos por
lo que me es difícil recomendar ver esta cinta en general, pero al menos logra
ser lo suficientemente diferente como para destacar, por lo menos un poco, del
enorme mar de cintas de terror similares.
Las Musas
del Diablo: 2/5. Meh.
Mejor que:
La Maldición de la Casa Winchester (2018) La Monja (2018), Malicious: En el Vientre del Diablo (2018).
No tan buena
como: El Legado del Diablo (2018)
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